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Según la Hidrográfica del Júcar, las reservas de agua se agotan y la situación empeorará si no lluev


La sequía está afectando a gran parte de España, en especial a Castilla-La Mancha. La falta de precipitaciones ha hecho que el nivel de los ríos baje, sobre todo en sus cabeceras. En este caso hablamos del Júcar, uno de los ríos más importantes de España, y uno de los pocos que bañan la “España Seca”, al sudeste de la península.


Presa de San Antón Cuenca, Fuente propia


Según nos ha informado Jaime Somalo, Consejero Técnico de la Presidencia en la Confederación hidrográfica del Júcar, desde la hidrográfica se decretó el estado de sequía en Mayo de 2015, durante 2016 se prorrogó y de igual modo en 2017. De esta forma la cuenca del Júcar lleva en nivel de sequía desde hace dos años. “La situación es grave, el problema que tenemos es que las reservas se van agotando poco a poco, y la situación empeorará si no llueve”.


Este durante este año hidrológico la situación no ha mejorado, en octubre comenzó otro año hidrológico y por el momento no ha habido mejora. En diciembre acaba la campaña de la agricultura, y será ahora el momento en el que los ríos recojan más agua ya que el consumo es menor.


Por el momento no ha habido restricciones en cuanto al uso de agua de los regadíos, según Jaime, “si continuamos así es probable que el año que viene se tengan que poner restricciones al regadío”, aun así nos ha aclarado que esta situación no afectará al consumo.


En el caso de la Provincia de Cuenca, como la mayoría de cultivos son de secano, las pérdidas han sido mayores, pues solo dependen de la lluvia para regarse. Según nos comentó José María Fresneda, presidente de ASAJA Cuenca, “si no llueve se nos avecina una ruina real. La sequía ha vuelto a poner en evidencia la necesidad de incrementar la superficie de regadío en nuestra provincia y en la región”.


Pasaje del Campo conquense, ASAJA


Las lluvias no llegan y los embalses siguen bajando, desde la Ciudad de Cuenca se observa un río muy deteriorado, con un caudal cada vez más bajo. Somalo nos explica que la cuenca hidrográfica se divide en distintos sistemas de explotación, en el caso de la Hidrográfica del Júcar, tenemos varios como son el sistema del Turia y del Júcar, siendo este el que baña Cuenca.


“No es que no haya llovido nada, hubo precipitaciones en Febrero de 2016 y Enero de 2017, pero esa agua cayó en el levante”. De esta forma al caer el agua sobre la parte final del Júcar, apenas tiene influencia, debido a que los embalses del levante son muy pequeños en comparación con los de la cabecera. “No se puede comparar un embalse de 60Hm3, con Buendía o Alarcón que pueden albergar más de 1.000 Hm3”.


Debido a que en estos embalses las precipitaciones han sido mínimas o inexistentes, el río Júcar baja con el nivel que presenta. No se sabe cuándo lloverá, por ello es importante ser prudentes y no derrochar el agua.


“La gestión de esta agua no solo depende de la hidrográfica, depende de las Comisiones de Desembalse”, se celebran dos de estas comisiones al año, una el primavera y otra en otoño. A ella acuden diversos directivos en representación de las hidroeléctricas, asociaciones de regantes y la hidrográfica. Es en esta comisión donde se decide el agua que será utilizada durante el año hidrológico, determinará si es plausible aumentar o por el contrario disminuir el gasto del agua.

Bajo nivel del Júcar; Fuente propia


Para este nuevo año hidrológico, se ha aprobado que crezca la reserva de agua, es decir, es necesario reducir el gasto ya que no hay precipitaciones, ni tampoco se pronostican. “´Las ultimas comisiones de desembalse han sido restrictivas”. De todas formas Jaime nos ha asegurado que no ha habido restricción de aguas para la agricultura, pero que el probable que para la próxima comisión que serán en primavera las halla, a no ser que el invierno nos dé un respiro y nos traiga agua.


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