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¿Cuál es la situación de los ríos de Castilla-La Mancha?

Castilla-La Mancha es una comunidad autónoma española, se sitúa en el centro-este de la península ibérica y se caracteriza por tener un clima mediterráneo continentalizado. Su situación geográfica junto con su climatología tiene aportan un importante papel en el nivel de sus cuencas fluviales.


Castilla la Mancha no ha sido una comunidad caracterizada por tener abundantes precipitaciones. Esto se puede explicar por su geografía, se encuentra ubicada en la Submeseta sur, rodeada por el norte por el Sistema Central e Ibérico, por el oeste están los Montes de Toledo, y por el sur Sierra Morena y la Cordillera Subbética. Estas cordilleras, sumadas a la situación geográfica en el centro de península y al resto de accidentes de la misma, dejan a Castilla-La Mancha en un lugar al que llegan pocas borrascas. La única puerta de entrada que posee está en la parte sureste de la región, entre Albacete y Murcia, una salida al Mediterráneo, mar del que provienen pocas precipitaciones.

Mapa físico de Catilla-La Mancha. Castillalamancha.es


Tampoco posee un clima muy favorable para la lluvia, pues el clima Mediterráneo Continentalizado se caracteriza por veranos calurosos e inviernos fríos y secos, dejando un régimen de lluvias irregular en otoño y primavera. Según la página web de la región (www.castillalamancha.es), “las precipitaciones son escasas y están entre los 400 y 600 litros por metro cuadrado al año. Castilla-La Mancha se incluye dentro de la denominada “España seca”. Los índices de aridez son muy altos, sobre todo en La Mancha y el sudeste”.


La región castellano manchega goza de una importantes hidrografía, siete son las cuencas que sustentan la región, (Tajo, Duero, Ebro, Guadiana, Júcar, Segura y Guadalquivir), aunque los ríos que la bañan son cuatro, Tajo, Guadiana, Júcar y Segura. Dentro de estas cuencas hidrográficas también existen varios afluentes importantes como el Tajuña o el Cigüela, y además cuenta con grandes embalses como son Entrepeñas, Buendía o Alarcón. Todos estos recursos hídricos permiten a los castellano-manchegos cubrir sus necesidades de agua, tanto a nivel doméstico como profesional.


Cuencas hidrográficas de Castilla-La Mancha. Agenciadelaguacl.es


Pero el principal problema viene del clima, debido a las pocas precipitaciones de la región el cauce de los ríos es muy irregular, algunos afluentes se secan en verano. Esto ha obligado a los Castellano Manchegos a construir una gran cantidad de embalses, con el propósito de mantener el caudal durante todo el año.


Durante la última década Castilla-La Mancha ha experimentado una grave sequía, los niveles de agua han disminuido drásticamente, según datos de Embalses.net, página que informa sobre el estado de los embalses españoles. El nivel de agua embalsada a 17 de octubre de 2017, es de 1.061 hectómetros cúbicos, frente a los 1.596 hm³ de 2016. Esto supone una reducción de un tercio del agua en el transcurso de un año. Los embalses castellano manchegos se encuentran al 18.4% de su capacidad, las mismas cifras hace 10 años eran de 2.033 hm un 33.55% del total de agua embalsada.


Como se aprecia en este gráfico ha habido una bajada progresiva del agua desde mediados de 2015, que se ha perdurado durante 2016 y 2017 por debajo de la media de los 10 últimos años.


Gráfico de aguas embalsada durante 512 semanas. Embalses.net


Esta falta de lluvias que sufre la región, está creando serios problemas con el agua, hasta llegar al punto de que varios municipios como Brazatortas (Ciudad Real) se hallan visto obligados a hacer cortes de agua durante este verano, debido al bajo nivel de su manantial. A esta sequía hay que sumar la sobreexplotación de los acuíferos y el polémico Trasvase Tajo-Segura.


Los castellano manchegos esperan una temporada de lluvias que nunca llega, las reservas de agua se agotan y la única solución aparente según el gobierno regional pasa por un plan Nacional del Agua que optimice su distribución.

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